El derecho interviene en todas las áreas de la vida humana y a pesar de que para los que no están familiarizados con él puede parecer confuso e intimidante, la mayoría de personas tendrá que contar con la ayuda de un abogado en algún momento de sus vidas.
A pesar de que el derecho está lleno de conceptos y términos que pueden parecer ambiguos y que pareciera que hacen que una situación sencilla se vuelva complicada, tu primera vez contratando a un abogado no tiene que ser una mala experiencia.
No es tu responsabilidad entender todos estos términos y procedimientos, sino hacer todo lo posible por encontrar al abogado que mejor se ajuste a tu caso y darle toda la información necesaria a lo largo de todo el proceso.
A continuación encontrarás cómo prepararte, qué tienes que saber, qué consejos seguir y qué no hacer para contratar a un abogado de forma tranquila y eficiente.
Qué hay que saber antes de contratar a un abogado
Ten en cuenta que contratar a un abogado no es diferente de contratar a cualquier otro profesional y gran parte de contratar a un buen abogado depende sencillamente de tener buen sentido común y de no apresurarse.
Tabla de contenidos
A continuación encontrarás algunas de las cosas que debes tener en cuenta antes de contratar a un abogado:
1. No todos los abogados se especializan en todas las áreas
El derecho es amplio y está dividido en ramas que rigen diferentes aspectos de la vida humana. Cada rama está llena de leyes, normas y excepciones que los abogados deben dominar por completo para poder asesorar a sus clientes.
Por esa razón, muchos abogados se especializan en ramas específicas. Un abogado especializado en divorcios y pensiones alimenticias no podrá ayudarte si fuiste acusado de un crimen y un abogado especializado en accidentes de tráfico no será tu mejor opción si estás lidiando con problemas de sucesión y testamentos.
Al comenzar a buscar un abogado, asegúrate de que está especializado en la rama correcta y que tiene experiencia lidiando con casos como el tuyo.
2. Muchos abogados responden preguntas iniciales por teléfono, correo u ofrecen una primera consulta gratuita
Contactar a un abogado no significa comprometerte y estar obligado a contratar al primero que te conteste. Los abogados están acostumbrados a escuchar un resumen de tu caso y a darte información sin que esto signifique que vas a contratarlos.
Algunos abogados incluso ofrecen una primera consulta gratuita en persona, pero ten en cuenta que el objetivo principal de esta consulta es saber si puede ayudarte y bajo qué condiciones. No le pidas que resuelva tu situación de inmediato ni que te dé toda la información.
Preguntas para esta primera consulta:
• ¿Está acostumbrado a lidiar con casos como el tuyo? ¿Es el tipo de abogado correcto para ti en esta situación?
• ¿Cuáles serían los pasos a seguir si decidieras contratarlo?
• ¿Cuáles sería el precio o cómo se calcularían los honorarios?
• Etc.
3. No todos los abogados calculan sus honorarios de la misma forma
Más allá de la terminología jurídica con la que tengas que lidiar, puede que esta sea una de las partes más difíciles de contratar a un abogado. No todos calculan sus honorarios de la misma forma y en casos complicados es difícil estimar el costo total.
Si se trata de casos comunes en los que el procedimiento es claro, como en el caso de un divorcio, puede que tu abogado te de una tarifa fija por todo el proceso.
Muchos otros abogados trabajan por horas y la tarifa total depende de la cantidad de horas que el abogado tenga que dedicarle a tu caso.
Finalmente, algunos trabajan con honorarios contingentes, lo que significa que no te cobrarán una tarifa como tal, sino que recibirán parte de lo que recibas al finalizar tu caso, como un porcentaje de la compensación por daños y prejuicios, los primeros meses de una pensión alimenticia, etc.
Es muy importante que todo lo relacionado a los honorarios aparezca de forma clara y detallada en el contrato.
4. Siempre es necesario que se firme un contrato
Al igual al contratar a cualquier otro profesional, es muy importante que exista un contrato firmado por ambas partes en las que aparezcan claramente las condiciones y costos de todo el proceso.
5. Los abogados hacen más que demandar y puede que hayan mejores soluciones para tu problema.
Muchos relacionan a los abogados con demandas como si fuera la única forma de resolver un caso. Algunos consideran que es una forma agresiva de solucionar su problema y deciden no contratar nunca a un abogado, mientras que otros contratan a uno y exigen que este presente una demanda.
Contacta a un abogado sin compromiso, describe brevemente tu caso y dile que te gustaría saber cuáles serían tus opciones antes de contratarlo. La mayoría de abogados está acostumbrado a responder preguntas antes de firmar un contrato, así que no tengas miedo de preguntar.
6. Puede surjan otros casos más allá de los honorarios
Puede que como parte del proceso legal para solucionar tu caso tengas que notariar, legalizar, traducir, sacar copias certificadas, etc. Antes de contratar a un abogado, pídele que te diga si habrán más gastos además de los honorarios.
7. Los casos legales no son cosas seguras que alguien te pueda garantizar
Cuando contratas a un constructor o a un chef, sabes con certeza cuál será el resultado que obtendrás. Desafortunadamente, los casos legales dependen de una gran cantidad de cosas, por lo que es imposible estar seguro del resultado. Es precisamente por esto por lo que es importante contar con la ayuda de un buen abogado, pero aléjate de los que te hablen de los resultados como algo 100% seguro.
Qué hay que preguntar
Es importante tenerlo todo claro antes de contratar a un abogado y no dejar dudas sin resolver con la esperanza de que se resuelvan más adelante.
La mayoría de abogados responderás tus dudas iniciales por teléfono, correo electrónico o en una primera consulta gratuita. Más allá de estas dudas iniciales, muchos abogados te cobrarán la primera consulta para poder hablar sobre tu caso específico, determinar honorarios, explicar las opciones disponibles, etc.
Estas son algunas de las preguntas que deben ser respondidas antes de contratar a un abogado:
• ¿En qué tipo de casos se especializa?
• ¿Tiene experiencia resolviendo casos como el tuyo?
• ¿Ha resuelto recientemente un caso como el tuyo?
• ¿Cuánto tiempo tardará en resolver tu caso?
• ¿Trabajará personalmente en tu caso o se lo asignará a alguien más?
• ¿Cómo se calcularán los honorarios?
• ¿Cuál sería la frecuencia de los cobros? ¿Se cobrará una sola vez? ¿Una vez por mes?
• ¿Cuáles son mis opciones? ¿Existen diferentes formas de resolver mi caso?
• Si lo contrato, ¿cuáles serían los pasos a seguir?
• ¿Cuáles son los posibles resultados?
• ¿Alguien más trabajará en mi caso?
• ¿Qué tan frecuentemente seré actualizado sobre los avances del caso?
• Etc.
Qué hay que hacer al contratar a un abogado
1. Define tu problema y reúne toda la información y documentos relacionados
Antes de comenzar a buscar un abogado, define claramente cuál es tu situación, cuál es el problema que estás tratando de resolver y decide si es necesario contratar a un abogado.
Si decides que es necesario hacerlo, reúne primero toda la información relacionada a tu caso, como números de teléfono de los involucrados, copias de los documentos pertinentes, cualquier cosa que sirva como evidencia, etc.
Sin importar la experiencia y conocimientos que tenga un abogado, no podrá ayudarte de forma eficiente si tú mismo no entiendes la situación en la que te encuentras. Reúne lo que creas que servirá y tu abogado te dirá a lo largo del proceso si es necesario hacer más.
2. Dentro de lo posible, consigue un abogado a través de referencias
Una buena forma de conseguir a un buen abogado de confianza es preguntar a tus familiares, amigos y conocidos si conocen a alguien que haya tenido que lidiar con un caso como el tuyo o si conocen directamente a un abogado que pueda ayudarte. La principal ventaja es que sabrás si este abogado manejó el caso de forma correcta y eficiente y si sus clientes están satisfechos con él.
3. Llama, soluciona tus dudas iniciales y comienza a comparar
Una vez que tengas una lista de referidos o de abogados que haya encontrado por otros medios, contacta a cada uno, explica tu situación y haz las preguntas mencionadas anteriormente en este artículo.
Compara las respuestas, precios y soluciones que ofrecen para elegir el que mejor crees que se ajusta a tu caso. Dentro de lo posible, evita hacer estas preguntas por correo electrónico, ya que es importante evaluar la forma en la que se expresa el abogado y saber qué tan cómodo te sientes hablando con él.
4. Si hay algo que no entiendes, pregunta.
Tu responsabilidad como cliente es reunir toda la información y documentos relacionados y explicar tu caso de la mejor manera posible, no entender a la perfección toda la terminología legal.
Si hay algo que no entiendes, pregunta y pide que te lo expliquen en términos sencillos. Muchos abogados dan por sentado que sus clientes entienden lo mismo que ellos y esto puede llevar a malentendidos innecesarios.
Antes de firmar el contrato, asegúrate de entender bien todos los procedimientos que se vayan a realizar y todas las condiciones del contrato.
5. Firma el contrato
Es muy importante que todo lo que hayan acordado esté por escrito de forma clara y detallada en el contrato, principalmente todo lo relacionado a las tarifas y costos. No importa si se trata de un abogado de confianza o de alguien con quien hayas trabajado antes. Siempre es importante que todas las condiciones del acuerdo estén por escrito en un contrato firmado por ambas partes.
Si tu abogado trabajará con una tarifa por hora, pide una factura detallada en la que se detalle cómo uso el tiempo el abogado para resolver tu caso.
6. Comunícate constantemente con tu abogado
Esto no significa que tengas derecho a ser insistente más allá de lo respetuoso, pero si tienes dudas o si ha pasado un largo tiempo sin recibir noticias sobre tu caso, llama a tu abogado.
De igual forma, si surgieron acontecimientos que sean relevantes para tu caso, llama a tu abogado para que este pueda actuar de acuerdo a estos cambios.
Qué no debes hacer
Si sigues los pasos y sugerencias anteriores no tendrás que preocuparte de mucho, pero a continuación encontrarás unas cuantas recomendaciones sobre lo que debes evitar:
1. Nunca firmes nada si tienes dudas
Es normal que te sientas algo perdido a lo largo del proceso y es normal que no entiendas o no estés familiarizado con todos los términos relacionados con tu caso. Si tu abogado no está dispuesto a responder todas tus dudas y a explicártelo todo de forma sencilla, probablemente no es el mejor abogado para ti.
2. No contrates a un abogado que sea insistente con sus servicios
Siempre tienes derecho a elegir el abogado que creas que mejor se ajusta a tu caso e incluso tienes derecho a decidir que no necesitas ningún abogado. Aléjate de los abogados que sean insistentes con llamadas telefónicas, correos o que te contacten de forma insistente de cualquier otra forma.
3. No contrates a un abogado sólo por ser un familiar o conocido
Conseguir un abogado puede parecer intimidante y puede que prefieras simplemente contratar a un familiar, a un amigo, etc. Recuerda que si decidiste contratar a un abogado en lugar de solucionar el problema tú solo es porque se trata de un asunto importante para ti, posiblemente con consecuencias reales en tu vida. Entre más te esfuerces por conseguir a un abogado especializado en casos como el tuyo, que te inspire confianza y que esté dentro de tu presupuesto, mejores serán tus probabilidades de resolver tu situación de la mejor forma posible.
4. No contrates a un abogado demasiado temprano
No contrates a un abogado antes de definir bien tu situación y antes de estar seguro de que de verdad es necesario contratar a un abogado. Muchas personas desperdician dinero comenzando un proceso que no están dispuestos a terminar o cambiando de enfoque en la mitad del proceso.
Cuándo hay que contratar a un abogado
A continuación encontrarás algunas recomendaciones que te ayudarán a determinar si realmente es necesario contar con la ayuda de un abogado. Es importante tener esta parte clara antes de invertir tiempo y dinero buscando y contratando a un abogado.
1. Define tu problema
Entiende bien tu situación y define cuál es el problema o qué es lo que quieres resolver. Intenta predecir cuáles serían los posibles resultados y qué impacto tendrían en tu vida.
Luego de tener clara tu situación, haz una búsqueda rápida en Internet para familiarizarte con los términos relacionados y con el procedimiento que debes seguir.
Tal vez te des cuenta de que se trata de un procedimiento que sólo puede ser realizado a través de un abogado, como al ser acusado de un delito, o puede que descubras que basta con redactar un documento e ir a un notario, como en el caso de un poder.
Conocer estas cosas te ayudará a saber si es necesario o no contratar a un abogado.
2. Determina la gravedad y la inmediatez de tu situación
Puede que existan casos en los que puedas representarte a ti mismo, pero si fuiste demandado, si tu negocio fue demandado o si fuiste acusado de algún delito, determina la gravedad de la situación y las posibles consecuencias.
En la mayoría de casos, no contar con la asesoría legal adecuada puede tener fuertes consecuencias negativas. Por otro lado, considera si estás en una situación en la que es importante actuar rápido y no tienes el tiempo para familiarizarte con nuevos conceptos o saber cómo se realiza cada paso del proceso.
3. Pregúntate cuánto está en riesgo
Sin importar si se trata de algo que inicialmente parezca sencillo, pregúntate cuáles serían las consecuencias de no obtener el resultado que esperas. Si las consecuencias de no contar con una asesoría legal adecuada son más de lo que podrías soportar, no lo dudes y contrata a un abogado.
Este usualmente es el caso cuando podrías terminar en la cárcel, cuando el futuro de tu familia o empresa está en juego o cuando estás arriesgando una gran cantidad de dinero.
4. Consulta a otras personas
Si todavía te sientes indeciso y no sabes si se trata de algo que puedas solucionar por tu cuenta o si necesitas contratar a un abogado, explica tu situación a personas de confianza y pide su opinión.
Puede que te encuentres con personas que hayan pasado por algo similar o hayan escuchado de alguien que se encontraba en la misma situación que tú. Al escucharlos sabrás cuál fue el resultado de contar o no con un abogado y esto te ayudará a tomar una decisión.