La ley y el derecho han tenido que adaptarse a todo tipo de situaciones y han tenido que cambiar para acomodarse a las necesidades de todos. A pesar de que el derecho protege los derechos individuales de cada persona y ofrece libertad para que cada persona pueda tomar decisiones y actuar por cuenta propia, existen muchas situaciones en las que es necesario dar permiso y derechos a otra persona para que actúe en tu nombre.
Hoy en día los poderes notariales son muy comunes y se usan en una amplia variedad de situaciones, desde simplemente dar un poder notarial para que otra personas pueda abrir una cuenta bancaria en tu nombre hasta la capacidad de tomar decisiones por ti en cualquier situación e incluso manejar tus propiedades por ti.
A continuación encontrarás información sobre qué es un poder notarial, cuáles son los tipos de poderes que puedes obtener y cuál es el procedimiento y los requisitos necesarios para darle permiso a otra persona para que actúe en tu nombre.
Qué es un poder notarial
Un poder notarial es un documento que autoriza a otra persona o entidad a actuar en tu nombre y a ser tu representante legal.
Puedes usarlo en una gran variedad de situaciones y limitar los casos en los que puede ser usado. Algunos poderes notariales permiten que otra persona realice una sola acción especificada en el documento y sólo durante cierto tiempo, mientras que otros poderes otorgan derechos para actuar en tu nombre en cualquier situación y durante un tiempo indefinido.
A la persona que otorga el poder a otro se le llama poderdante, mientras que a la persona que actuará en nombre de otro se le llama apoderado.
Para que un poder sea válido, requiere la autorización de un notario.
Un poder notarial es unilateral, lo que significa que sólo una de las partes recibe derechos o se compromete a hacer algo. Por esta razón, sólo la persona que otorga el poder (el poderdante) debe estar presente ante el notario. Para que el apoderado pueda actuar como representante legal de la otra parte necesitará una copia autorizada del poder, por lo que el poderdante tiene la responsabilidad de darle una.
En algunos casos, el apoderado no conoce que se le ha concedido un poder notarial sino hasta mucho después de que el poder fue creado. Este es el caso por ejemplo si se trata de un poder preventivo en el que el poderdante designa quién será su representante en caso de perder sus facultades mentales o en caso de ser declarado incapacitado legalmente.
Un poder notarial puede involucrar a dos particulares en los casos en los que un individuo otorga derechos a otro individuo, o puede involucrar a una entidad. Por ejemplo, una entidad puede otorgar el derecho a un abogado de que la represente en un pleito o puede darle derecho a un individuo a través de un poder notarial para que este realice transacciones en nombre de una empresa.
En Internet existen muchos modelos de poderes notariales que se aplican a situaciones específicas. Sin embargo, se recomienda explicarle al notario para qué necesitas el poder y cuáles son las condiciones que quieres que se cumplan para que pueda asesorarte y ayudarte a redactar un documento que se ajuste a tu situación específica.
Dependiendo de qué tan compleja sea la situación en la que te encuentres o si el poder es parte de un proceso más grande, también puedes pedirle a un abogado que te ayude a redactar el documento y elegir cuidadosamente su contenido.
Un poder notarial tiene validez indefinidamente a menos que se haya especificado un periodo de validez o duración en el documento. Aun en los casos de poderes que duran indefinidamente, la persona que lo otorga puede anularlo en cualquier momento y para hacerlo sólo tiene que presentarse ante un notario.
Tipos de poderes notariales
Los poderes notariales deben adaptarse a cada caso específico, por lo que no todos los poderes son iguales ni existe un solo formato estandarizado que se aplique a todo tipo de situaciones.
Los poderes notariales suelen dividirse en dos grandes categorías: especiales y generales, y existen además poderes como el documento de voluntades anticipadas que sólo pueden ser usados si se cumplen ciertos requisitos.
1. Poderes generales y poderes especiales
Un poder general otorga permiso al apoderado para actuar en tu nombre y tomar todo tipo de decisiones dentro de un ámbito o en cualquier ámbito. Por ejemplo, al recibir un poder para pleitos, un abogado recibe el derecho de tomar decisiones en nombre del cliente, realizar todos los trámites necesarios y representar legalmente a su cliente en todas las situaciones en las que sea necesario.
Un poder general también puede darle libertad absoluta al apoderado, como cuando una empresa le otorga a su gerente el derecho de hacer todo lo que sea necesario para que la empresa continúe su actividad.
Por otro lado, el poder especial le otorga al apoderado el derecho de realizar sólo una acción específica. Por ejemplo, un poder especial puede autorizar al apoderado a comprar un bien en nombre del poderdante, pero cualquier acción más allá de esta compra está fuera de las capacidades del apoderado.
El poder general le otorga más libertad y flexibilidad al apoderado para que pueda actuar en nombre de quien otorga el poder, mientras que el poder especial es más limitado y se ajusta a las situaciones en las que el poderdante sólo necesita que se realice una acción específica en su nombre.
Los poderes especiales también son útiles para limitar lo que el apoderado puede hacer, sobre todo en casos en los que es necesario otorgar un poder a una persona que no es de entera confianza o que no es particularmente cercana a ti.
2. Otros tipos de poderes
Poderes preventivos:
Este tipo de poder se utiliza para designar a la persona que se convertirá en el representante legal o que se asegurará de cumplir los deseos del poderdante en caso de que este pierda la capacidad de expresar su voluntad.
En algunos casos se otorga cuando el poderdante está en la fase inicial de alguna enfermedad degenerativa, mientras que en otros casos se usa simplemente como forma preventiva para la degeneración natural de la vejez.
Este poder puede incluir los deseos del poderdante en cuanto a tratamientos médicos y puede otorgar al apoderado la capacidad de administrar los bienes materiales del apoderado en caso de que este ya no sea capaz de hacerlo.
Autotutelas:
La autotutela es un tipo de poder notarial en el que el poderdante elige quién será su tutor en caso de perder la facultad de expresar su voluntad y ser declarado incapacitado judicialmente. Se diferencia del poder preventivo en que el tutor designado a través de una autotutela necesitará autorización judicial para tomar decisiones sobre el patrimonio del poderdante.
Documento de voluntades anticipadas:
A este tipo de poder notarial también se le conoce como testamento vital o instrucciones previas y se trata de un documento legal en el que el poderdante expresa su voluntad en cuanto a cuidados y tratamientos médicos, donación de órganos, entierros y temas relacionados en caso de que se encuentre en una situación en la que no pueda tomar decisiones por sí solo o no pueda expresar su voluntad.
Este documento también le permite al poderdante elegir a un representante que hable en su nombre frente a hospitales, médicos, etc. A diferencia de otros tipos de poderes notariales, además de requerir presentarse ante un notario, el documento de voluntades anticipadas también requiere que se haga una declaración ante tres testigos.
Poder general para pleitos:
Este tipo de poder se usa para autorizar a un procurador o abogado a representar al poderdante durante un procedimiento judicial. Este poder permite que el abogado o procurador pueda representarlo frente a un juzgado y realizar los trámites relacionados.
Requisitos para obtener un poder notarial
A pesar de que los casos en los que se vaya a usar un poder notarial son muy variados, el procedimiento para obtenerlo usualmente es el mismo. Estos son los requisitos para obtener un poder:
1. Ser mayor de edad
Sólo las personas que hayan cumplido la mayoría de edad pueden presentarse ante un notario para obtener un poder notarial.
2. Estar en plena posesión de sus facultades mentales
Esto significa que sólo pueden obtener un poder notarial las personas que tengan permitido tomar decisiones legales. Las personas que padezcan de alguna condición que haya hecho que sean declaradas incapaces de tomar decisiones por cuenta propia no podrán obtener un poder notarial.
3. Presentar un DNI válido
El único documento necesario es tener un Documento Nacional de Identidad válido.
Procedimiento para obtener un poder notarial
1. Redactar el documento: Sin importar si decides redactar el poder tú mismo o con la ayuda de un abogado o notario, es importante determinar las condiciones del poder, como su alcance, su duración y en qué situaciones será usado. Recuerda que a menos que lo especifiques, un poder notarial dura indefinidamente.
2. Elegir a un notario: En España existen alrededor de 3.000 notarías. Puedes presentarte en cualquiera de ellas para obtener un poder notarial.
3. Mostrar los documentos al notario: Presenta el poder y tu documento de identidad al notario y explícale para qué necesitas el poder notarial.
4. Pagar el poder notarial: El precio depende del tipo de poder notarial, por lo que tendrás que preguntar el precio en la notaría.
5. Recibir la copia autorizada: Después de seguir los pasos anteriores, el notario te dará una copia autorizada que es la que necesitará el apoderado para actuar en tu nombre. También se recomienda pedir una copia simple para ti.
6. Apostillar: Si el poder va a ser usado fuera del país, tendrás que apostillarlo para para que sea válido de forma internacional. Algunos notarios realizan este trámite, por lo que puedes completar todo el procedimiento en un solo sitio.
Casos en los que se requiere un poder notarial
Existen muchos casos en los que es necesario que otra persona realice trámites o tome decisiones por ti.
En algunos casos es cuestión de conveniencia, mientras que en otros casos otorgar un poder es completamente necesario, como cuando el poderdante y apoderado se encuentran en países diferentes o cuando el poderdante no puede realizar las acciones necesarias.
Las únicas condiciones necesarias para decidir otorgar un poder notarial es confiar en el apoderado, que el apoderado sea capaz de hacer lo necesario o de tomar las decisiones necesarias y que los beneficios de permitirle a otra persona actuar en tu nombre sean mayores a si decidieras hacerlo todo por cuenta propia.
A continuación encontrarás algunos de los casos más comunes en los que se usan los poderes notariales, así como algunos de los tipos más usados:
- Las empresas o entidades suelen otorgar un poder general al gerente o director para que este tenga la libertad y capacidad de tomar decisiones y asegurarse de que la empresa continúa su actividad.
- Los dueños de empresas suelen otorgar poderes notariales al viajar para seleccionar a un encargado que actuará en nombre del gerente o dueño mientras que este no está disponible.
- El poder para pleitos es un requisito en muchos procedimientos judiciales para que el abogado o procurador pueda representar a sus clientes y pueda realizar los trámites necesarios.
- Los familiares que viven en países diferentes suelen otorgar poderes notariales para poder administrar el patrimonio familiar o realizar otros trámites importantes para la familia.
- Poder para cobro de pensiones para que un familiar mayor de edad no tenga que desplazarse.
- Poder para recibir herencias.
- Poder para comprar y vender propiedades en nombre de otros.
- Poder para abrir cuentas bancarias en nombre de otra persona.
- Poder para designar un representante en caso de pérdida de facultades mentales (poderes preventivos y autotutelas)
- Poder para designar qué tratamientos recibir, si desea donar sus órganos y otras condiciones en caso de enfermedad, accidente o fallecimiento (documento de voluntades anticipadas)
- Etc.
Consejos al redactar un poder notarial
Ya que otorgar un poder, sin importar si es general o especial, significa ceder el control o el poder de tomar decisiones, es importante seguir ciertas recomendaciones para evitar problemas en el futuro:
1. Redacta cuidadosamente las condiciones y el alcance del poder notarial. Dentro de lo posible, limita los casos en los que puede ser usado.
2. Si es posible y se aplica al caso, limita la duración del poder notarial.
3. Si redactaste el poder por tu cuenta, pídele al notario que verifique si lo que redactaste se ajusta a la situación para la que necesitas el poder notarial.
4. Pide una copia simple además de la copia autorizada para tener una referencia y para poder anular el poder si es necesario. Es común que surjan casos en los que los clientes buscan a abogados o notarios para anular poderes que no saben de qué se trataban ni cuándo los firmaron.
5. Antes de ir al notario y obtener un poder notarial, asegúrate de que el apoderado sí tiene las capacidades y la disposición de actuar en tu nombre. Muchos poderes tienen que ser anulados y redactados de nuevo por no comprobar si el apoderado es la persona ideal para la situación específica.
6. Dale instrucciones claras al apoderado sobre lo que tiene que hacer o sobre cuáles serán sus responsabilidades una vez que hayan recibido el poder notarial.
7. Evita entregar poderes notariales a una persona que no conoces o en la que no confías.
8. Si estás en una situación que requiere otorgar un poder a una persona que no es de tu entera confianza, asegúrate de limitar el poder a las acciones y situaciones en las que quieres que actúe el apoderado.
9. Dentro de lo posible y si se ajusta a tu situación, habla con el apoderado antes de redactar el poder para que ambas partes tengan claro lo que se espera del apoderado. De esta forma evitarás malentendidos en el futuro.
Conclusión
Un poder notarial es un documento que autoriza a otra persona a actuar en tu nombre.
Dependiendo del contenido del poder, la otra persona (conocida como apoderado) puede actuar con gran libertad en nombre quien otorga el poder (conocido como poderdante) en una gran variedad de situaciones o puede estar limitada a una sola acción en una sola situación específica.
Cualquier persona puede obtener un poder notarial con sólo presentarse en una notaría con el poder redactado siempre y cuando sea mayor de edad y tenga un documento de identidad válido.
Un poder notarial te permite hacer cosas que de otra forma no podrías lograr y puede ser un recurso muy útil en todo tipo de situaciones. Sin embargo, recuerda que es un documento en el que estás cediendo el control y confiando en otra persona, por lo que es importante no redactarlo de afán sólo para solucionar un problema, sino tomarte el tiempo necesario para determinar exactamente qué necesitas y cuál es la mejor forma de conseguirlo.